This website use cookies to ensure you get the best experience on our website
Adviento significa “llegada”. Es el tiempo en el que nos preparamos para recibir a Jesús, igual que cuando esperamos a alguien que amamos mucho que viene a visitarnos.
Puedes explicárselo así a un niño:
“Adviento es como preparar nuestra casa y nuestro corazón para que Jesús nazca en nosotros.”
Sencillo, claro y comprensible para todas las edades.
– Usar historias cortas
– Mucha imagen y gesto
– Oraciones muy breves
– Juegos sensoriales: velas LED, telas moradas, coronas de cartón
– Conectar conceptos: promesa, espera, preparación
– Actividades simbólicas: cada vela representa algo
– Pequeños compromisos diarios
– Incluir reflexiones breves
– Relacionar con la vida cotidiana
– Lectura comentada de Isaías, Juan Bautista y la Anunciación
– Actividades creativas o retos de servicio
– Iniciar cada encuentro con un gesto: encender una vela, poner una imagen o cantar un canon
– Evitar dar demasiada teoría: usar cuentos, dinámicas, dibujos
– Conectar cada semana con una emoción
– Cerrar cada sesión con una oración breve hecha por los niños
La clave es unir símbolo + emoción + gesto, lo que facilita la comprensión y la memoria espiritual.
Puedes complementar las actividades con materiales catequéticos:
– Fichas ilustradas
– Mini e-books temáticos
– Juegos bíblicos
– Historias para leer en familia
– Tarjetas de oración
Y para la parte sensorial:
– Biblias para niños
– Rosarios
– Estampas
– Peluches de Jesús, María y José
– Libros para colorear
El Adviento es un regalo. Es un tiempo para detenerse, respirar hondo y volver a lo esencial: preparar el corazón para Jesús.
Cuando los niños viven el Adviento con gestos, historias, colores y oración sencilla, Jesús deja de ser una idea y se convierte en Alguien cercano.
Ayudemos a los más pequeños a descubrir que la espera también es amor.